El Jamón Reserva, se caracteriza por su excepcional sabor y textura, es el resultado de un proceso de curado prolongado y cuidadoso. La carne magra, se cura durante varios meses, proporcionándole un sabor profundo y concentrado. Esta elección de excelencia es apreciada por los conocedores de la charcutería que buscan sabores intensos y persistentes en el paladar.

Este jamón, presentado entero sin pata, es semigraso y cuenta con más de 12 meses de curación. Proviene de cerdos de raza blanca, con un 25% de Duroc. Este producto culinario, una delicia que evoca la tradición y la artesanía en la producción de jamón, es una opción selecta para quienes aprecian la calidad y el cuidado en cada detalle.

El jamón reserva requiere un tiempo mínimo de curación de 12 meses para lograr una textura más jugosa. Su color es rojizo en las partes magras, mientras que la grasa adquiere tonalidades blancas, presentando ocasionalmente un color rosáceo. El sabor del Jamón Reserva es intenso y persistente en el paladar.

Para su conservación, la pieza entera se debe mantener en un lugar seco a temperatura ambiente (aproximadamente 20º). Una vez iniciado, se recomienda cubrir el corte con la grasa del jamón. En el caso de piezas al vacío y loncheados, la conservación se realiza en frío (entre 4º y 8º). Se aconseja consumir a temperatura ambiente, sacando de la nevera 15 minutos antes de su disfrute.