El Jamón de Cerda Gran Reserva, obtenido a partir de la carne de cerda, es una joya culinaria menos conocida que el jamón de cerdo macho, pero apreciada por su sabor único y característico.
A diferencia de su contraparte masculina, el jamón de cerda destaca por su carne más magra y ligeramente más dulce, ofreciendo una opción intrigante para aquellos que desean explorar distintas variedades de jamón en la gastronomía.
Este jamón, presentado entero y sin pata, es graso y cuenta con más de 15 meses de curación, proviene de cerdas de raza blanca. Se obtiene de hembras adultas destinadas a la cría, este jamón de cerda madre se distingue por su tamaño, superando los 12 kg una vez curado. Su presencia es más limitada en el mercado. Debido a su gran tamaño, requiere un periodo de curación más extenso, mínimo 15 meses, que garantizan una maduración lenta y homogénea. El resultado es una carne magra con un sabor excepcional y una textura suave.
El color de este jamón va desde el rosa hasta el rojo púrpura, y su grasa es brillante, untuosa y aromática. Su sabor suave y singular lo convierte en una elección interesante para los amantes de la charcutería que buscan experiencias gastronómicas únicas.
Para su conservación, la pieza entera se debe guardar en un lugar seco a temperatura ambiente (aproximadamente 20º). Una vez iniciado, se recomienda cubrir el corte con la grasa del jamón. En el caso de piezas al vacío y loncheados, la conservación se realiza en frío (entre 4º y 8º). Se aconseja consumir a temperatura ambiente, sacando de la nevera 15 minutos antes de su disfrute.
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